Quito, 11 de junio de 2017 /
Juan J. Paz y Miño Cepeda
En la edición No. 292 del 5 de junio de 2017, la revista cultural “Cartón Piedra” (El Telégrafo) publica una entrevista a Alfonso Ortíz Crespo (http://bit.ly/2s5E5NN), ex Cronista de la Ciudad, en la que él se refiere a su renuncia, a su gestión y a la situación en la que encontró al Archivo Metropolitano de Historia (AMH) localizado en el parque de La Circasiana, en Quito.
De acuerdo con esa entrevista, al parecer la renuncia de Ortíz fue exigida por el Alcalde de Quito, Mauricio Rodas, por un informe favorable que el ex Cronista presentó para que una calle de Quito llevara el nombre de Arturo Jarrín, dirigente del grupo Alfaro Vive, asesinado décadas atrás. Pero, en lugar de asumir sus responsabilidades personales, Ortíz trata de explicar su renuncia y justificar su limitada gestión, tomando mi nombre y refiriéndose a mis labores como Cronista de la Ciudad entre 2011-2014.
Lo que más llama la atención es que Ortíz, bajo insinuación del periodista que inquiere sobre el “mal estado” del Archivo Metropolitano de Historia, sostiene: <<hay gravísimos problemas ahí, desde el punto de vista administrativo, técnico, funcional, de todo tipo>>; añade que él presentó alguna propuesta <<que nunca tuvo eco porque el archivo no tiene un centavo de presupuesto desde hace años>>; afirma que <<tampoco hay un solo documento digitalizado>>; y finaliza diciendo: <<igual que no se pudo avanzar durante la gestión de Juan Paz y Miño, ¿qué hicieron él y Jorge Salvador Lara (tío de Ortíz – JPyM) para mejorar el archivo? Es decir, no ha habido avances porque el Municipio, como institución, desde hace varios años no le ha dado importancia al tema>>.
Ortíz evidentemente desconocía cómo estuvo el Archivo Metropolitano de Historia (AMH) cuando me desempeñé como Cronista de la Ciudad. Ni siquiera se preocupó por revisar la página web del AMH creada bajo mi gestión y tampoco el FaceBook (Archivo Metropolitano de Historia – Quito) que a diario publicaba una nota sobre historia de Quito hasta cuando dejé las funciones, y que aún se conserva en internet.
La página web del AMH (http://archivoqhistorico.quito.gob.ec), que todavía se halla en internet, y que ni siquiera ha sido cambiada en sus contenidos desde 2014, tiene varias secciones.
Bajo “Historia del Archivo” hasta el día de hoy sigue constando la siguiente información:
«En abril de 2011 fue nombrado como nuevo Cronista de la Ciudad el Dr. Juan J. Paz y Miño Cepeda, quien impulsó la renovación del Archivo Metropolitano de Historia, pues con su gestión se ha logrado, entre otros: incrementar el personal, contar con el inventario general de libros/documentos, organizar el archivo bajo una clara clasificación, iniciar el fondo bibliográfico con la idea de establecer en el futuro la gran biblioteca quitológica, crear bases de datos historiográficos, impulsar la difusión de artículos sobre la historia de Quito, extender las relaciones archivísticas, dar los pasos necesarios para la digitalización del archivo e incursionar en las redes sociales electrónicas para difundir las labores del AMH y, ante todo, la historia de la ciudad, desde una perspectiva social amplia.
El AMH cuenta hoy con equipos computarizados y contará en breve con un escáner planetario para la digitalización documental. Se han ingresado más de 12.000 registros de las Actas del Cabildo, correspondientes a los años de 1534 a 1710, y un total de más de 3.000 documentos han sido procesados y se han publicado las Actas del Cabildo hasta el número XLV, correspondiente este último número a los años de 1688-1696, el Volumen Especial de Actas del Cabildo por el Bicentenario de la Revolución Independentista de Quito 1808-1812 y la Revista Museo Histórico Nº 69»
En la sección “El Cronista” igualmente se mantiene (después de 3 años de haber dejado esas funciones), lo siguiente:
«En abril de 2011 y de acuerdo con la Ordenanza del año 1999, el Concejo Metropolitano de Quito, a propuesta de la terna presentada por el Alcalde Augusto Barrera, designó como nuevo Cronista de la Ciudad al Dr. Juan José Paz y Miño Cepeda, reconocido historiador ecuatoriano, quien se ha mantenido al frente de estas funciones hasta el presente».
En la sección “Publicaciones”, bajo “Museo Histórico”, siguen constando los índices de contenidos desde el número 1 hasta el 69. Y bajo “Libro de Actas del Cabildo” están los índices desde el número 1 hasta el 47, además de que pueden bajarse en pdf los números 45, 46 y 47.
El registro de esas publicaciones termina en 2014, porque el nuevo Cronista no añadió más que su foto en la portada de la página web y un resumen de su currículo.
En el computador master instalado en el AMH están archivados numerosos documentos, libros y artículos para uso de los investigadores, de lo cual, al parecer desconocía el Cronista Ortíz en sus años de gestión.
Cierto es que no contábamos con recursos. Ello no impidió ni frenó las actividades del AMH. Logré aumentar el personal técnico, involucrar a los colaboradores del Archivo en una eficaz atención, actualizar el inventario, arreglar las estanterías, clasificar documentos en cajas apropiadas, preservar los libros, registrar investigaciones, crear los instrumentos de difusión de la historia de Quito por internet, fomentar la consulta de la ciudadanía, publicitar las actividades del AMH, y hasta el arreglo, limpieza y atención material del edificio y su infraestructura. Conseguí un escáner planetario con el expreso propósito de digitalizar documentos; pero en lugar de enviarlo al AMH, ese equipo fue retenido por la oficina de administración de archivos, que no lo necesitaba. Sin embargo, con el simple y viejo escáner de la oficina logramos una serie de digitalizaciones. Adquirimos libros sobre Quito mediante donaciones que permitieron ampliar la biblioteca de historia de la ciudad en la misma Circasiana; conseguimos, entre otras obras, buena parte del Registro Oficial del pasado, igualmente mediante donaciones. Logré que la PUCE nos ayudara con el empastado de varios tomos de documentos del AMH mediante una especie de intercambio de servicios, pues doné unas cuantas cajas de libros de mi biblioteca personal. Publicamos dos libros de actas y uno en digital. Y son innumerables las intervenciones, asesorías y acciones que cumplí para colocar la historia de Quito al servicio de los quiteños, incluyendo las responsabilidades que tenía ante el Alcalde y en la Comisión de Asuntos Históricos del Concejo Municipal. Una de las “luchas” más significativas fue la defensa del Himno a Quito con el cambio de una de sus estrofas (iniciativa del Alcalde Augusto Barrera y apoyada por la mayoría de Concejales), a fin de que la ciudadanía exaltara la gesta independentista, en pleno proceso de conmemoración del bicentenario emancipador del Ecuador.
De todo ello hay suficiente información en la prensa, que en múltiples oportunidades resaltó la renovación y el progreso del AMH, así como las labores del Cronista. En la misma página web del Archivo sigue constando alguna información al respecto. Y en La Circasiana quedó un amplio archivo de notas y recortes, no solo como respaldo de la gestión, sino como fuente para continuar preservando la historia de la ciudad.
Tendría mucho más que presentar para desmentir las palabras del anterior Cronista, que no logró hacer lo que se propuso por falta de recursos, según él mismo afirma.
Pero es mejor dejar en claro, finalmente, que es una mala, aunque vieja práctica, la de siempre eludir responsabilidades propias fijando las culpas en otras personas o circunstancias. Más o menos como decir “yo no hice nada, pero ellos tampoco…”